El evangelio según Saramago


Hace algunos días terminé de leer -después de haber pospuesto mucho su lectura- el inefable "El evangelio según Jesucristo" de José Saramago. Y en realidad poco es lo que tengo que decir:

1. Una vez más quedé maravillado con la prosa sublime y clara de este hombre. Leer a Saramago no es solamente leer, sino también disfrutar y disfrutarlo mucho.

2. Los diálogos inteligentes (con esa poco convencional manera de redactarlos, sin usar saltos de línea ni signos de interrogación o admiración), las frases interminables, la comunicación tan directa que plasma con el lector, el humor exquisito y nunca esperado, son algunas de las cosas que me fascinaron -tanto en esta novela como otras.

3. También esa destreza asombrosa que despliega a la hora de describir, una fluidez aplastante de inspiración, de siempre encontrar la palabra justa y precisa y, de pronto, sacar de bajo la manga una frase que bien puede enmarcarse y colocarse en ese hall of fame imaginario de citas que todos tenemos.

4. En este libro encontré, además, cosas que nunca habría pensado leer, como por ejemplo lo diálogos tan "naturales" que sostienen Jesús y su padre celestial, que no es otro que Dios y, además, algunos en los que la figura del Diablo, personificada a través de hombre que se hacía llamar Pastor, también interviene, dejando te con una sensación mixta de asombro y fascinación.

5. Y por último, lo que más me gustó de esta novela, fue sin duda la narración tan humana que se hace de Jesucristo, no como la que estamos acostumbrados a leer, oír o ver, sino que es descrito como un hombre casi común y corriente, un hombre que sentimos cercano, que nació y vivió como cualquiera de nosotros, que fue joven y anduvo confundido como todos lo hemos estado, que se peleó son su madre y sus hermanos alguna vez, que se enamoró y se jugó todo (lo poco) que tenía por una mujer, que sufría por dilemas existenciales sobre cómo sería su vida, que trabajó como carpintero, pastor y pescador, que siempre tuvo miedo a su destino y hasta el final no lo aceptó y que murió diciendo: Hombres, perdónenle, no sabe lo que hace.

2 comentarios:

Claudia Almanza dijo...

ohhh padre me prestarás ese libro que parece muy bueno ..oye sigue escribiendo más entradas, escribes bonito sip n_n

Nic@ dijo...

No te dije que te desahuevaras y que leyeras el libro?? Concuerdo contigo, Saramago, un maestro. Y la conversa que tienen Jesús y Dios, donde se utilizan datos históricos para representar tiempos avenir; luego la aparición del Diablo: "...Que no se diga que el Diablo nunca tentó a Dios." SUBLIME