Destino

"El escritor, al final, no inventa nada, todo lo recrea, rescata los relatos que están en su memoria".
Hernán Rivera Letelier


0.

Domingo 07 de octubre del 2009
09:45 a.m.

BANDEJA DE ENTRADA ¿REVISAR MENSAJES? Si

10:47 p.m. – Manu, nos quedamos en el auto sin gasolina. V.

11:13 p.m. – Ya llegué a mi casa. Si quieres más informes, llamas. V.

11:21 p.m. – Ja, ja, qué lindo. Hay algo que me gustaría decirte pero no sé como. V.

11:28 p.m. – Bueno… ya no me gustas… estoy enamorada de ti y tengo miedo…

12:30 p.m. – Te quiero un montón, no sabes cuanto. Pase lo que pase, no lo olvides...

¿BORRAR TODOS LOS MENSAJES?
> Si

¿ESTÁ SEGURO?
> No.


1.

Lunes 23 de abril del 2009
07:00 a.m.

El primer día de clases en la universidad resultó toda una aventura para Manuel. El despertador de su celular sonó a la hora que debía: seis en punto de la mañana. Manuel lo buscó a manotazos por debajo de su almohada (donde lo ponía cada noche al acostarse), lo cogió y pulsó “Detener” luego se acomodó nuevamente en la cama tapándose la cara con las sábanas. Se quedó dormido por apenas cinco minutos, que le parecieron una eternidad cuando se levantó sobresaltado diciendo: ¡La universidad, carajo!

Manuel estaba más que emocionado por su primer día. Estuvo los once años escolares en un colegio de varones y no había asistido a ninguna “pre” para conseguir su ingreso a la carrera de Ciencias de la Comunicación, así que pensaba que en la universidad estaría rodeado de chicas y podría hacer muchas amigas. Al parecer, se habían terminado los tiempos en los que contaba sus amistades, sobre todo femeninas, con los dedos de una sola mano.

Luego de vestirse y tomar desayuno a la volada, cogió un cuaderno y un lapicero de su escritorio para tomar apuntes y salió de su casa con rumbo al paradero de combis. Coincidentemente, aquel mismo día también comenzaban las clases en todos los colegios del país, así que luego de que dos combis no lo recogieran porque iban repletas, hizo el viaje en una vetusta y diminuta combi, apretujado y rodeado de niños muy bien peinados con gel y mochilas nuevas de Pokemón.





Manuel conocía las instalaciones del campus universitario más que bien. Un amigo del colegio estudiaba allí, y en un par de ocasiones lo había acompañado a la facultad para hacer alguna cosa. Cuando entró a su salón, el 302, se sorprendió al ver que, a pesar de la hora, aún había muchos asientos libres. Pensó en acomodarse en alguna carpeta del final, pero se detuvo a la mitad de la fila y sentó. Mientras pasaban los minutos, observaba desde su asiento como fluían las cosas: algunos muchachos llegaban asustados, casi al borde la desesperación, preguntando si era el aula correcta, la del Primero “B”; otros, visiblemente más relajados se quedaban fuera, tomando un poco de sol apoyados en las paredes del pasadizo. Pero Manuel prestaba la mayoría de sus atenciones a observar a todas y cada una de las chicas que entraban a la clase o pasaban por fuera. Sus nuevos lentes de medida no eran sólo –como le dijo a su mamá- para ver mejor la blanca pizarra del salón, sino también, para no perder detalle alguno a mediana distancia.

Pasaron cuarenta y cinco minutos y Manuel empezó a inquietarse. Siempre tuvo la paranoica sensación de que la gente lo observaba, así que se puso a ver reiteradamente hacia atrás, como buscando los ojos que tenía clavados en la espalda. Sin embargo, nadie lo miraba, la mayoría de los chicos y chicas del salón parecían bastante sociables y ya se habían enfrascado en divertidas conversaciones, se oían muchas risas y aplausos a alguna broma. Manuel reparó en que continuaba sentado solo, nadie se había acercado a hablarle y él tampoco lo había hecho. Se sintió raro, como excluido tempranamente de la universidad. Estaba a punto de pararse para ir a tomar algo de aire cuando por la puerta vio entrar a una chica, a primera vista no la reconoció, pero luego de unos segundos cayó en perfecta cuenta de que era ella. Era Verónica.


2.

Un día de septiembre de 2008
11:45 a.m.

La charla sobre las técnicas de estudio que todo nuevo universitario debe conocer y practicar, habían sumido en un profundo y asfixiante aburrimiento a Manuel y Juan Carlos. Juan Carlos era un amigo del colegio de Manuel que ingresó en el mismo examen y estudiaría Contabilidad. Se encontraron aquel caluroso día por mera casualidad, cuando ambos ingresaban al Aula Magna “Simón Bolivar” de la Universidad de San Agustín.

Las primeras dos horas de la charla se les hicieron llevaderas, ya que se distrajeron conversando sobre sus épocas de colegio y canjeando algunas noticias sobre la vida de sus compañeros. “Por ello el subrayado es una importante técnica de estudio, observen además que…” continuaba exponiendo un profesor del que no se enteraron ni el nombre. Cuando ya no tenían de qué hablar, Manuel y Juan Carlos permanecieron largos minutos callados, pensando cada uno en lo aburrido que era este cursillo de Propedéutica, que además era una bonita y elegante forma de sacar cincuenta soles del bolsillo de los nuevos alumnos.

A Juan Carlos se le ocurrió una forma para combatir el aburrimiento creciente, y ambos se pusieron a hablar de las chicas presentes en la charla, compartiendo puntos de vista sobre la belleza femenina y puntuándola, como cuando estaban en el cole, en una escala del uno al diez.

- ¿La ves?
- ¿Cuál?
- Tres filas más adelante. Tiene en las manos un libro azul.
- ¿La del cabello ondulado?
- Ella misma. Es un 9 ¿no?
- Yo la conozco.
- No jodas.
- Sí, ha estado en la misma academia que yo.
- ¿Cómo se llama?
- Creo que Verónica.
- Bonito nombre. ¿Cuándo me la presentas?
- No la conozco, o sea, sólo de vista.
- Joder.

Manuel no pudo apartar la vista de Verónica. Pese a que nunca le gustaron las chicas de cabello ondulado, ella tenía algo especial que llamaba su atención. No sabía con exactitud si era esa tranquilad casi angelical con la que leía o ese lunar tan sexy que tenía en la mejilla izquierda, cerca de sus labios.

- Oye, y de casualidad ¿no sabes a qué carrera ha ingresado?
- No, no sé. Pero espera que le pregunto a mi pata.
- Al toque pues, chato.
- Ya, ya.

Juan Carlos se pasó a la fila de atrás para hablar con amigo suyo de la academia. Luego de intercambiar unas palabras, volvió con Manuel.

- ¿Qué fue?
- Ciencias de la Comunicación. Tercer puesto.
- ¡Mi carrera! Encima me ha ganado por dos puestos.
- Para que veas. Dicen que es bien chancona.
- Como me gustan ja, ja.
- Ja, ja

“Eso ha sido todo por hoy muchachos los esperamos mañana para…” no escucharon más. Manuel y Juan Carlos se pusieron de pie y trataron de salir primeros del auditorio. Para su mala suerte, toda la gente que estaba ahí quería hacer exactamente lo mismo, así que en la puerta de salida pronto se junto un gran número de chicos y chicas que pugnaban por salir al exterior, a la libertad. Ambos se quedaron parados a un costado de la salida, esperando a que la cosa se aclarara un poco y emprender la retirada. En eso estaban cuando Juan Carlos le habló casi al oído a Manuel:

- Mira a la derecha.

Ahí estaba Verónica, como acercándose a ambos empujada por la multitud. Manuel no pudo evitar quedarse embelezado por unos instantes, mirando su cabello ondulado que rozaba sus hombros, su nariz redondeada y sus hermosos y delineados labios. Casi pudo sentir su olor cuando pasó frente a él.

Si el amor a primera vista existe, eso es lo que le sucedió aquella mañana.


[Después de un largo tiempo sin postear vuelvo ilusionado a 21. Estos son los 3 primeros capítulos de lo que pretende ser algo así como una novela. Trataré de subir uno o dos cada semana. De más está decir que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.]

[Los dejo con el vídeo de una canción que me acompañó mientras redactaba el post. Esto es de cuando Shakira me gustaba, con cabello negro/rojo y algo gordita, mucho antes de que mover las caderas valiera más que su voz.]


4 comentarios:

una chica común dijo...

Aunque no hsa mejorado nada tu narrativa, escribes igual. ME has sorprendido. esperaba leer mas.
So... [xq omitiste los nombres reales no eran Esteban y Betty][no, esos nombres no molan, por eso sera]

Unknown dijo...

ya tengo 21 años, asi que ya puedo comentar aqui??? jajajajaja ... a ver si me dedicas una nota tuya por mi cumple ok?? ... besos y abrazos :)

Unknown dijo...

mi dia se acabaaaaaaaaaaa :( ... pero el lindo recuerdo de hoy se quedara por siempre :) GRACIAS POR COMPARTIR PARTE DE TU VIDA CONMIGOOOOOOO ... eres lo maximo!!

pia dijo...

jajaja muy xvrr ... siempre me ha gustado como escribes nunk dejes de hacerlo ok